En seguida una escena de la primera pieza teatral del poeta Mario Bojórquez: “El cerro de la memoria”, editada este octubre de 2009 en Culiacán, Sinaloa. “La muerte es superable” es una de la premisas de la obra sobre la cual la muerte se transmuta en memoria, dice Glafira Rocha sobre este libro.
El cerro de la memoria
De la contraportada:
“El teatro nace en verso como una forma de la poesía. Al vincularse con la prosa olvida, por completo, su hermandad con el canto y se aproxima a la narrativa. Mario Bojórquez en El Cerro de la Memoria regresa al génesis del teatro, escribiendo en verso de regularidad métrica y, además, fusiona diversos elementos modernos, produciendo un efecto de teatro experimental de actualidad. Bojórquez retoma los preceptos de Lope de Vega, en su Arte nuevo de hacer comedias, mezclándolos con su propuesta personal. Su cercanía con el verso de Calderón de la Barca en La vida es sueño y la estructura de pieza a la manera de Ibsen nos indica que la búsqueda de este “Poema dramatizado o drama poético” es la del retorno a los clásicos con una mirada desde este siglo, al igual que lo hizo Heiner Müller. En El Cerro de la Memoria los personajes de Mario Bojórquez deambulan en el plano de la irrealidad situándose entre la vida y la muerte, el sueño y la vigilia, la fantasía o la alucinación. “La muerte es superable” es una de la premisas de la obra y a través del desarrollo de la misma, la muerte se transmuta en memoria, la memoria la construyen los muertos, los muertos están vivos en el recuerdo y el recuerdo permanece para siempre.”
Glafira Rocha
Fragmento del Acto Tercero
Nigromante (voz en off):
Mis muertos son tan pocos tan lejanos
casi nunca los conocí o nunca
la última vez que murió mi abuela
eran largos los llantos como trenzas
y yo desde las faldas de mi madre
comía junto al féretro, tamales
El efecto ambivalente
de un cuerpo que arde, se quema
será sin duda el dilema
con que un director se enfrente;
al montar tenga presente
los elementos en juego
no se olvide, desde luego,
se trata de un personaje
con un terrible mensaje:
purificación por fuego.
Rafael:
Portal de buganvilia
el bautismo es por fuego
Margarita:
escalda, abrasa, lumbre
arde, crema, incinera.
Alejandro, El Rey:
Don Juan chicharronero
removió con paleta
el cuero untosinsal
y en el tercer hervor
apareció la niña
su carne blanca ardía
y tronaba en la lumbre.
Nigromante:
¡Qué explosión miserable
qué estúpida agonía!
Margarita:
Martita, te sacaron
del caldero cocida
tus cuatro o cinco años
se asaron con tu vida.
Roberto:
La muerte es superable
Martita:
Se incendiarán mis manos
Sotero:
La muerte es superable
Martita:
Mi piel tostada brama
Efrén:
La muerte es superable
Martita:
Mis ojos explotados
Rafael:
La muerte es superable
Martita:
Hecha carbón, ceniza
Alejandro, El Rey:
La muerte es superable
Martita:
¿La muerte es superable?
Si la muerte es arder
¿No seré salamandra?
Si he vivido una muerte
en el soplete llama
si son cincuenta años
que encendida no pasan.
Margarita:
¿Qué será de la muerte
acaso no se acaba?
Bojórquez, Mario, El cerro de la memoria, Andraval Ediciones, H. Ayuntamiento de Culiacán, Colección Palabras del Humaya, Culiacán, 2009, 64 pp.
Diseño de portada de Alejandro Mojica
Datos vitales
Los Mochis, Sinaloa, México, 1968. Autor de Pájaros sueltos, Contradanza de pie y de barro, Diván de Mouraria, Pretzels y El deseo postergado. Ha obtenido las becas del INBA, del FONCA y de los fondos estatales de Sinaloa y Baja California, así como el Premio Abigael Bohórquez, el Nacional de Poesía Clemencia Isaura, el Nacional de Poesía Enriqueta Ochoa, y recientemente, el Premio Nacional de Poesía Aguascalientes 2007. Actualmente es editor asociado de la revista Biblioteca de México, tutor de poesía de la beca de jóvenes creadores del FONCA y director general del Encuentro Iberoamericano de Poesía Ciudad de México. Es miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte.