Poesía lituana: Daiva Čepauskaitė

En el marco del dossier de Nueva Poesía de Lituania, preparado y traducido por Dovile Kuzminskaite en colaboración con María Sebastià-Sáez, presentamos la poesía de Daiva Čepauskaitė. Daiva se graduó en medicina pero nunca llegó a ejercer como doctora. Dice que una prescripción mal hecha a alguien le puede costar la vida, sin embargo, nadie va a morir por culpa de un mal poema. Por eso escribe poesía, teatro y trabaja de dramaturgia. Publicó 4 poemarios y un libro de obras de teatro. Sus textos han sido traducidos al inglés, alemán, sueco, italiano, esloveno, búlgaro, bielorruso, letón, ruso, ucraniano, polaco, y por primera vez al español.

 

Foto: Zenonas Baltrušis

 

 

 

 

 

 

 

 

El mejor

 

Él es uno de los mejores poetas lituanos,

porque así lo cree

otro poeta lituano, también el mejor,

y no está equivocado

porque es

uno de los mejores poetas lituanos

y se interesa solo en los mejores

y no llama ¨mejores¨ a aquellos,

en los que se interesa…

Él es el mejor porque tiene una cinta de vídeo

sobre si mismo que su hijo

pone y pone encerrado

en la habitación de al lado,

es el mejor porque le han otorgado premios,

lo reconocieron como el mejor

porque sigue sin ser lo suficientemente valorado, apreciado,

pero todos saben que no merece esto,

es el mejor porque pronto

nos dirá aquello que todavía nadie

nos había dicho y de manera en la que

todavía nadie había hablado, es el mejor

y este país lo necesita,

como a un bombero, un doctor o un policía,

nadie podrá avisar tan bien

sobre nuestra vanidad, miserabilidad y otras

deficiencias, sobre nuestros mejores defectos.

Él es el mejor y si no lo entiendes

no pasa nada, no todos son capaces,

aún si él es solo una burbuja

debajo de la nariz de Dios, que sepas

que es la mejor burbuja.

¨¿Tienes un pañuelo?¨ le preguntaba

a Herta Mueller su madre antes del Nobel.

Ay Señor, ¿tendrás un pañuelo?

 

 

 

 

 

 

 

***

 

los desinflados chalecos salvavidas

dispersos en la costa

como cáscaras de huevo color naranja

de los que salen personas

algunas muertas

otras van en fila

cambias el canal

 

 

allí en algún lugar en China hacen sopa

de los nidos de vencejo

en estos hay baba del pajarito

que fortalecen el sistema imúneo de la gente

cambias el canal

 

 

los niños y los chabacanos llenos de balas

el plomo los arrastra hacia abajo

ellos caen y llegan a la tierra tan rápido

que no les da tiempo para madurar

cambias el canal

 

el niño buscando algo para comer

visita todos los rincones de la casa

encuentra un ratón muerto

lo tumba en la cama a su lado

para que no esté tan solo

antes de dormir

cambias el canal

 

 

el vestido de Marilyn en la subasta

se vendió por 4,5 millones

el vestido era tan ajustado

que la actriz legendaria

debajo de este no llevaba nada

cambias el canal

 

 

 

 

en el vaso en el alfeizar

como el lirio más blanco

flota la dentadura postiza

de mi abuela

las oraciones ceceantes

fluyen de la boca hueca

cambias el canal

 

escuchas cómo susurra la escarcha

blancos cristales de gota

se acumulan en la superficie de la tierra

por la mañana de repente cruje

el tallo congelado de la hierba

la cáscara de huevo

el hueso de chabacano la bala

la cama del niño

las articulaciones de Marilyn

la dentadura postiza

el eje de la tierra

la columna vertebral del mundo

 

cambias el canal

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

***

 

Este año he notado muchos ratones

en mis poemas.

¿Quizá porque pronto será invierno?

¿Quizá se están mudando a mis estrofas,

buscando un rincón más calentito?

Andan entre los versos,

olfatean, roen.

Ahora traerán todo tipo de basura,

llenarán todo mordiendo, de migas, de huellas,

tendré que limpiarlo.

Por otro lado,

por lo menos algún uso

darán a esos poemas.

Quizá no habré trabajado

en vano,

porque los animalitos tendrán

donde pasar el invierno.

Es que de otro modo toda esta poesía

no tiene sentido,

ningún propósito, ningún uso,

cuando te lo planteas seriamente.

Meteré también diferentes

metáforas de avena,

migas de expresiones sabrosas,

también algo sobre el árbol de Navidad

y queso.

Entonces miraré como durante el frío

llenos y felices

los ratoncillos

celebran la Navidad.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

***

 

Cupe en las botas,

hasta en los zapatos,

hasta en mis huellas,

entre las puertas cupe,

entre los dientes y en el seno,

en la gorra cupe,

con el nido de ratones entero

y cinco ratoncillos desnudos,

en la cabeza cupe,

en la foto no siempre,

algunas veces la recortaban,

cupe en el bolsillo

al lado de la castaña del año pasado,

en el puñado cupe,

hasta quedó espacio

para que no me caiga

me apoyé con las piernas

y me sostenía

dura como trigo sarraceno,

en la puntita del pulgar de mi madre

cupe hasta que se lo cortó,

cuando no atinó con el hacha

en el cuello

de la gallina,

en su chorro de sangre cupe,

dolía y cupe,

hasta que cesó,

cabía cabía

hasta que me callé.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

***

 

Ya es la hora de acostarse,

espera un poco, me pondré

toda la ropa que tengo,

todo hasta la última prenda,

vestidos y camisas,

también los abrigos de cuero más gruesos,

seré abundante,

enorme,

pesada seré,

pensarás, vaya mujer,

tanto trabajo tendrás

hasta el amanecer

cuando entre las cáscaras

encontrarás

un pezoncito marrón, chico

como una cagarruta de golondrina.

 

 

 

 

 

 

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